top of page

¿Quieres ver avances en el idioma que estudias?

Treinta minutos al día, cinco veces a la semana, un plan y un objetivo lingüístico claro es todo lo que necesitas para notar un cambio genial en tu lengua meta. Ah, sí...casi lo olvido, sobre todo necesitas mucha, pero mucha P-E-R-S-E-V-E-R-A-N-C-I-A.


Entre mi nivel B2 y mi nivel C1 de francés hay cinco años de diferencia y bastantes intentos fallidos por salir de ese estancamiento, no por falta de capacidad ya que nuestro precioso cerebro es perfectamente capaz de aprender lo que sea que nos propongamos, pero sucede que existen aspectos que vienen con el paquete de adquirir cualquier habilidad nueva y que no contemplamos al iniciar la travesía.


Las razones de mis continuos fallos fueron varias. En principio, no tenía claro qué quería lograr con la lengua, ni para qué quería subir mi nivel, pues el B2 me permitía cómodamente realizar mis actividades profesionales cotidianas, no necesitaba un C1, no había un motivo fuerte y claro. Después, lógicamente, carecía de un plan de trabajo conciso, ya que cuando no sabemos a dónde vamos, mucho menos podemos organizar una ruta a seguir. Además, me faltaba mucha comprensión de los procesos de aprendizaje de una lengua (siendo profesor, ¡auch!), esa comprensión que sólo la información, cuando se combina con la experiencia, puede dar.


Sin embargo, mirando en retrospectiva, sé que mi falta más grande era carecer de perseverancia cada que intentaba subir mi nivel, si hubiera continuado, habría llegado a estas conclusiones mucho antes, habría descubierto el camino hace varios años. La perseverancia es la clave si quieres mejorar en inglés, francés o japonés, nuestro cerebro necesita de repetición para aprender y nuestro cuerpo para integrar.


Sé constante y persevera


Hacer un poco cada día, todos los días, durante alrededor seis meses te colocaría en un nivel lingüístico totalmente diferente del que tienes. Te sorprenderías de los resultados.

Y ojo, no se trata de matarte seis meses estudiando como loco, ¡nada de eso! Obviamente,

sí tienes que hacer una inversión de tiempo que dependerá de tus objetivos pero, si haces un plancito de trabajo y aprendes un par de astucias relacionadas con el aprendizaje de idiomas, te prometo que en 30 minutos al día de estudio enfocado (una hora sería ideal), saldrías de cualquier plateau lingüístico en cualquier nivel. Y si a lo anterior le agregas exposición continua al idioma (i+1) just for fun, ¡ufff! verás maravillas. No se trata de estudiar más, sino de estudiar mejor.


El plan quedaría de la siguiente manera:


  1. Determina tu objetivo con la lengua (¿qué quiero ser capaz de hacer al terminar mi plan?, ¿qué habilidades posee un A2, B1, B2, etc.?).

  2. Esclarece el motivo detrás de esta hazaña (¿para qué quiero hacer esto?, ¿para qué me sirve?, ¿por qué es importante?, ¿qué conseguiré si lo logro?).

  3. Selecciona fuentes de input que disfrutes para incluirlas en tu plan de trabajo y hacer workouts de estudio divertidos.

  4. Diseña tu plan de acción tomando en cuenta los estrictos 30 minutos de estudio mínimos al día (¿qué haré?, ¿cuándo lo haré?, ¿cómo lo haré?, ¿dónde lo haré?, ¿con qué lo haré?, ¿con quién lo haré?).

  5. Vuélvelo un non-negotiable. Llueva, truene o relampaguee tú tienes que estar en contacto con el idioma al menos esos 30 minutos del día.

  6. Apégate al plan y ve haciendo ajustes en las actividades a lo largo de las semanas conforme te vayas conociendo (o tu cerebro necesite novedad). El input puede cambiar, pero no los 30 minutos mínimos de contacto.

  7. Diviérte, disfruta y PER-SE-VE-RA. Nos vemos en 6 meses.

Para cerrar, repetiré que todo va en función del objetivo que tengas, evidentemente si inviertes más tiempo de estudio o de exposición al idioma verás cambios mucho más pronto. Hagas lo que hagas sólo recuerda para qué lo haces y disfruta el proceso. Aprender un idioma es delicioso.

Face à la roche, le ruisseau l'emporte toujours, non pas par la force mais par la persévérance.

Good luck et courage!

bottom of page