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El ciclo de Deming y las lenguas

El ciclo de Deming es una herramienta bastante útil en el mundo empresarial, se utiliza en sistemas de gestión de calidad con la intención de desarrollar una cultura basada en la mejora continua de los procesos que se llevan a cabo. Aprender una lengua es un proceso y, por lo tanto, puede gestionarse como cualquier otro proyecto empresarial. Nosotros los que estudiamos lenguas podemos beneficiarnos de esta estrategia.

Actualmente, desempeño funciones administrativas dentro de una universidad y hace un par de días estaba tomando una capacitación sobre la norma ISO 21001, que establece un conjunto de normas que buscan asegurar la calidad en las organizaciones educativas.


Mientras escuchaba la presentación, llamó mucho mi atención el principio sobre el cual este sistema de gestión de calidad se basa: el ciclo de Deming, una filosofía sencilla que se centra en la mejora continua de los procesos, que como consecuencia natural, desemboca en mejores servicios y/o productos.


Mi cerebro está pensando en adquisición de lenguas 24/7 y me resulta inevitable no trasladar las cosas que aprendo a este campo. Fue entonces muy evidente para mí la semejanza que guarda esta filosofía de Deming con lo que se requiere para asegurar un buen proceso de adquisición en las lenguas, después de todo es justo eso, UN PROCESO.


Sin embargo, la sorpresa más grande que me llevé fue el darme cuenta que yo mismo lo he llevado a la práctica intuitivamente por bastante tiempo, quizás por eso he visto resultados que me dejan contento. (Por supuesto, también descubrí algunos tips para mejorar mi estrategia). Hay que aprender a concentrarnos en el camino y no en la meta, el secreto es ese: conocer suficientes estrategias para utilizarlas y optimizar nuestra aventura.


El ciclo de Deming para la mejora continua de procesos contempla cuatro fases: planear, hacer, revisar y actuar. Dicho bucle se repite para ir desarrollando cada vez mejores procedimientos. Aplicado al proceso de adquisición de lenguas extranjeras yo lo pondría de la siguiente manera:


Planear

Antes que cualquier cosa, debemos definir muy bien el idioma que queremos aprender y cuál es nuestra meta concreta. Una vez establecido lo anterior, es esencial planear nuestro plan de ataque: dónde vamos a estudiar, cómo vamos a hacerlo, con qué herramientas, qué recursos, cuánto tiempo, etcétera. En esta fase debemos ser tan descriptivos como sea posible, planear nos brinda la oportunidad de tener un mapa que nos lleve del punto A al punto B. Cuando no hay un plan es bien fácil perderse (o desmotivarse). Yo me hago un plan de trabajo con el francés más o menos una vez cada mes y medio, ahí establezco incluso las actividades específicas que haré cada día (como si fuera un plan alimenticio o una rutina de gimnasio). Ojo, aquí es importante considerar los principios de adquisición de las lenguas para realizar planes inteligentes (i+1).


Actuar

Es llevar a cabo las actividades que marca el plan, actuar según lo establecido. Lo difícil aquí es en realidad tener la disciplina de hacerlo, porque aunque el plan esté precioso, si no se lleva a la práctica no habrá ningún resultado. Las cosas no sólo se planean, se hacen.


Revisar

En esta parte a mi me funciona mucho realizar exámenes académicos, de vocabulario y orales. Contrato a un tutor de francés al que le explico lo que quiero evaluar para ese mes y con su ayuda logro identificar si mi proceso está dando resultados. Revisar consiste en realizar una evaluación bien definida de lo que se ha venido haciendo pero no sólo con los resultados lingüísticos que obtengo con mi tutor, sino también con aspectos como mi motivación, mi desempeño, las estrategias y actividades que he venido realizando e incluso lo feliz que soy realizando el plan.


Actuar

Una vez las evaluaciones realizadas, la cereza del pastel consiste en actuar. Actuar implica realizar los cambios y ajustes necesarios para que mi proceso sea mejor. Mis resultados deben mostrar claramente los aspectos que podrían ser reestructurados y con ello, consigo mantenerme en un bucle sano que siempre apunta hacia la mejora (y el disfrute de mis sesiones de estudio).


Terminado el ciclo se vuelve a empezar, se planea con base en el ciclo anterior y se repiten los pasos hasta idealmente alcanzar un proceso sano y satisfactorio. A mi me funciona realizar este ciclo aproximadamente cada mes y medio, como mencioné arriba, pero considero que esto depende de cada persona y sus objetivos lingüísticos específicos.


Voilà, ¿qué opinas?, ¿tienes un proceso de adquisición de lenguas establecido?, ¿planeas tus acciones para llegar a la meta que quieres?, ¿has asociado alguna teoría de un campo no-lingüístico con la adquisición de lenguas?


Au revoir, gracias por leer.

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