Una de las formas de input que más disfruto cuando estoy aprendiendo un idioma es la lectura. La lectura me permite ver el idioma, tocarlo, tenerlo entre mis manos, contemplarlo, perderme en sus maneras de decir y sumergirme con él en mundos ajenos al mío. No exagero, frecuentemente me estremezco al ver estructuras bellamente construidas y que expresan una idea que en mi lengua materna se dirían de manera muy distinta o que, incluso, no tienen una equivalencia para decirse. Leer en otro idioma es lo máximo.
Sin embargo, leer en otro idioma no trae beneficios meramente románticos y almibarados, oh no, leer en otro idioma es, en palabras de nuestro gurú lingüístico, el Dr. Stephen Krashen, prácticamente lo mejor que puedes hacer si quieres aumentar tu nivel lingüístico e incluso, para desarrollar tus habilidades de producción oral. Adelante con las citas:
"There is massive evidence that self-selected reading, or reading what you want to read, is responsible for most of our literacy development. Readers have better reading ability, know more vocabulary, write better, spell better, and have better control of complex grammatical constructions." Stephen D. Krashen (2004). “The Power of Reading: Insights from the Research”
"Free voluntary reading results in better reading comprehension, writing style, vocabulary, spelling, and grammatical development" Stephen D. Krashen (2004). “The Power of Reading: Insights from the Research”
"We acquire spoken fluency not by practicing talking but by understanding input, by listening and reading." Dr. Stephen Krashen, Principles and Practices of Second Language Acquisition
“Picking up word meanings by reading is 10 times faster than intensive vocabulary instruction.” Krashen, S.
“Students who had a pleasure reading habit easily outperformed those who were not readers on a test of grammar and on a test of reading and writing.” – Ponniah, IJFLT, 2008.
En mi experiencia, leer de manera extensiva y escuchar toneladas de podcasts durante el primer confinamiento pandémico fueron las claves absolutas para salir del estancamiento lingüístico en el que me encontraba desde hacía varios años. Para salir de un plateau o estancamiento, hay que ajustar la calidad de nuestro input, la frecuencia y, sobre todo, la cantidad...hay que sumergir nuestro cerebro en el otro idioma.
Ahora, no se trata de leer por leer. Para que la lectura sea una herramienta eficaz en nuestro desarrollo lingüístico, tenemos que contemplar algunos elementos indispensables. (Nota aclaratoria: recordemos que el aprendizaje es un proceso personal y las estrategias que implementemos deben ir en función de nuestro nivel actual, de nuestras metas, recursos y preferencias de aprendizaje. Hay que probar lo que funciona mejor para nosotros). Sea como sea, la lectura es poderosísima y puede convertirse en tu aliada principal para salir de un estancamiento.
A continuación, te voy a compartir algunas consideraciones fundamentales para elegir un libro adecuado en el idioma que estés aprendiendo y que te permita ver mejoras en tus competencias lingüísticas.
Lectura intensiva vs. lectura extensiva
La lectura intensiva consiste en leer un texto con atención, enfocándose en los detalles. Cuando leemos intensivamente el objetivo es comprender todo lo que se dice en el texto, por ello, hacemos uso de diccionarios, traductores, libros de referencias, notas, etcétera. Queremos absorber todo lo que está escrito. Este tipo de lecturas requiere concentración y sesiones de estudio enfocado (sentarse en una mesa a trabajar). No recomiendo este tipo de lectura para leer libros porque se vuelve un proceso agotador, lento y frustrante. En este caso, van mejor artículos cortos de revistas y/o periódicos, por ejemplo.
La lectura extensiva, por otro lado, consiste en leer para disfrutar la historia. No es necesario buscar cada palabra que no conozcamos, ni tener el diccionario al lado. Se trata de leer y leer y leer. Aquí buscamos cantidad, volumen y el disfrute de lo que se cuenta. En este tipo de lectura, hay que aprender a estar cómodos con el hecho de no entender el 100% de lo que está escrito, muchas veces podemos inferir el significado de palabras desconocidas por el contexto o, el desconocimiento de alguna palabra, no afecta en absoluto el hecho de que entendamos la trama (y la disfrutemos).
Entonces, si vamos a leer un libro, la estrategia a seguir es la lectura extensiva: leer para disfrutar la historia. Bye, bye al diccionario y a las notas, sólo ponte cómodx.
80% comprensible
Para que el input sea eficaz debe ser comprensible, es decir, tenemos que entender sin mucha dificultad lo que se está diciendo. Es un poco como aprender a nadar. Para aprender a nadar vamos a una piscina poco profunda y conforme vamos desarrollando la habilidad, podemos ir pasando a piscinas olímpicas o al mar abierto. Peeeeero, si desde el principio queremos aprender a nadar en el mar abierto, hay muchas probabilidades de acabar ahogados.
Cuando una lectura es demasiado difícil para nuestro nivel actual, realmente no obtenemos los beneficios de leer porque pues...no entendemos. Además, esto genera frustración, estrés y dependencia al traductor de Google (es horrible leer buscando una palabra en el diccionario cada dos segundos). Así que, al elegir un cuento, novela, ensayo o lo que sea que te guste, hay que verificar si el texto es comprensible para nosotros en un 80% (hay políglotas que manejan incluso 60%, pero yo me siento cómodo cuando entiendo la mayoría de lo que se dice). Ese 80% de comprensión nos permite disfrutar de la trama, avanzar más rápido y aún nos deja una ventana de mejora del 20%, habrá un 20% de cosas nuevas que descifrar...ahí está el crecimiento.
Recuerda, entre más alto sea tu nivel, más variedad tienes para elegir. Si te encuentras en niveles iniciales (A2), prueba historias cortas, como las que tiene Olly Richards en sus series de Short stories in...
Absolutamente interesante (para ti)
Otro error que he encontrado frecuentemente entre mis estudiantes, y también yo solía cometerlo, es forzarme a leer algo que no me interesa. Leer El Principito en francés es bellísimo...SI TE GUSTA EL PRINCIPITO o ese tipo de literatura. Pero si no, no te fuerces a leer lo que no quieres. La lectura debe ser una actividad placentera. Si normalmente te gustan las novelas policiacas en tu idioma, busca novelas de ese género en el idioma que estás aprendiendo. Si eres un romántico empedernido (como yo je, je), busca esa cursilería en libros extranjeros. Lee solamente cosas que te cautiven, que te motiven a leer más y más. Y si empiezas un libro y no te atrapa, déjalo y empieza con uno nuevo, por favor, hazme caso. Ojo, aquí hablo de leer para mejorar nuestro nivel y disfrutar el proceso. A veces en la vida sí que hay que leer cositas que no nos interesan tanto, pero para nuestros fines lingüístico del artículo, no funciona.
Ambiente libre de estrés
El tiempo de lectura extensiva debe ser un momento para deleitar a tu cerebro con nuevas ideas y estructuras. El estrés es enemigo acérrimo del aprendizaje. Si estás estresado, no te fuerces a leer, mejor analiza tus niveles de energía e implementa estratégicamente tus horarios de lectura. Las mañanas tranquilas funcionan súper bien, pero las noches, justo antes de dormir, son mágicas. Ten tu libro al lado de tu cama, deja que forme parte de tu ritual de relajación para ir a los brazos de Morfeo y despegarte un poco del celular y del mundo exterior. Ponte cómodo, prende una vela, un incienso y aceitito de lavanda. Conviértelo en un momento rico para ti y tu idioma.
Exposición continua
Para ver mejoras, tenemos que interactuar con la lengua extranjera tanto como sea posible. Mayor interacción en un ambiente comprensible, mayores beneficios y mejoras en nuestro nivel. Así que, estas sesiones de lectura deben ser repetitivas o, mejor dicho, todos los días. Recuerda que buscamos cantidad así que conviértete en una máquina devoradora de libros. Navega diferentes autores, formas de decir, temas, estilos...pero navega en esas aguas todos los días.
Si no tienes el hábito de la lectura, no te preocupes y no te tortures (acuérdate del estrés). Es mejor que empieces con cinco minutos cada día y vayas aumentando el tiempo poco a poquito. Pero créeme, cinco minutos al día, todos los días, es definitivamente (y por mucho) mejor que no leer nada. Inténtalo.
Para terminar, te comparto algunas ideas de input escrito, adicionales a los libros, que pueden servirte para tener los beneficios de la lectura:
* Revistas
* Periódicos
* Cuentos infantiles
* Fábulas
* Poemas
* Canciones (la letra)
* Historietas
* Instructivos
* Etiquetas de productos
* Panfletos informativos
* Anuncios de publicidad
* Textos y diálogos dentro de los métodos de idiomas
* Foros de discusión
* Biografías
* Publicaciones en redes sociales (por ejemplo, los maravillosos textos de Philosophy Is Sexy en Instagram cada mañana).
* Artículos académicos y de investigación
Espero que este artículo te ayude a seguir avanzando en tus metas y que te convenza a disfrutar de la magia de leer en una lengua extranjera. Si te aportó algo de valor, ayúdame a compartirlo con personas que puedan beneficiarse también. Muchas gracias y nos vemos la próxima semana.
Puedes enviarme mensajes con tus comentarios en mi Instagram, saludos.
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