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El estira y afloja del aprendizaje de idiomas

Aprender idiomas es un proceso, y sin afán de ser dramático, es un proceso eterno. Entre más pronto comprendamos este hecho, mejores oportunidades tendremos de replantearnos el porqué queremos seguir recorriendo el camino (y si queremos), y cuáles son las paradas (metas) que queremos alcanzar en el transcurso de ese viaje. Creo que ahí radica la belleza de aprender: siempre se podrá aprender más, siempre se podrá mejorar una habilidad.

Frecuentemente me realizan preguntas sobre cómo encontrar la motivación para conseguir estudiar todos los días o para salir de un plateau lingüístico y poder acreditar una certificación. Estos planteamientos involucran algunos aspectos importantes que me gustaría compartir a continuación.


Los ciclos de la naturaleza

Vivimos en un universo sabio que siempre está compartiendo sus enseñanzas con nosotros cuando queremos observarlas. En la naturaleza, existen temporadas de crecimiento y expansión (primavera, verano) y temporadas de contracción (otoño, invierno), ambas temporadas bailan eternamente. Cuando hace calor, nos vestimos con ropa ligera, vamos a la playa, usamos lentes de sol. Cuando hace frío, nos abrigamos bien, esquiamos en la nieve y tomamos chocolatito caliente. Lo mismo sucede con nosotros y con los caminos que decidimos recorrer, siempre tendrán estaciones.


En el aprendizaje de lenguas atravesaremos temporadas de mucha productividad y crecimiento, pero también habrá periodos de estancamiento, desánimo y poco progreso. Quizás habrá días en que tengamos el tiempo de dedicarnos por horas a estudiar algún método y, en otras ocasiones, nuestra vida cotidiana, el trabajo, las tareas apenas nos darán la oportunidad de mantener el nivel que tenemos. Es natural y lejos de pelearnos con este continuo, podemos aprender a sacar lo mejor de cada estación, sobre todo si queremos estar aquí a largo plazo, lo cual me lleva al segundo punto.


El camino y las paradas

No es lo mismo estudiar una lengua para mantener el nivel que tenemos, que estudiar porque tenemos que pasar un examen en seis meses. Evidentemente, el tiempo y la energía que tendremos que invertir en cada uno de los casos será diferente. No podemos estudiar intensamente todo el tiempo porque acabaremos cansados y desmotivados, pero tampoco podemos caminar todo el tiempo relajados porque no veremos avances y nos aburriremos.


Si tienes que pasar un examen pronto, tus sesiones de estudio tendrán que ser más intensas. Deberás tener una rutina de estudio clara, invertir mayor cantidad de tiempo y trabajar todos los días para alcanzar la meta, sabiendo que tienes una fecha límite para conseguir las habilidades. Por otro lado, si estás buscando mejorarte por gusto o estudiar para mantener tu nivel lingüístico, las sesiones de estudio tendrán mucha mayor libertad y flexibilidad. El secreto aquí es tener muy claro la estación en la que te encuentras y la meta que tienes en este momento. Saber en dónde estás y hacia donde quieres dirigirte, te permitirá saber si tienes que apretar el paso o puedes ir apreciando del paisaje a tus anchas.


El proceso

Si amas las lenguas, estoy seguro que sabes que es un proceso largo. Esa publicidad engañosa del tipo "vuélvete bilingüe en tres meses" es un fiasco. Muchos políglotas excepcionales, llevan más de una decena de años estudiando y manteniendo sus lenguas más fuertes. En mi caso (que no soy un políglota excepcional jaja), llevo 12 años estudiando francés y aún estoy batallando por lograr un nivel C1. Esto no quiere decir que te vayas a tardar 12 años en alcanzar ese nivel, seguro puedes hacerlo en mucho menos tiempo si vas con un paso firme y constante hacia esta parada, todo dependerá de la inversión e intensidad que le pongas.


En el caso de eltichersito, sucede que en mi proceso de adquisición del francés he tenido varias estaciones y paradas en donde me he salido del camino para disfrutar de otros proyectos que también son de mi interés, haciendo sólo lo necesario para mantener mi nivel lingüístico. ¿Pero sabes? Es mi proceso, yo puedo hacer lo que quiera con él. Es lo mismo para ti, tu proceso es tuyo, único, porque nadie puede hacer las cosas como tú las haces, ni tener las prioridades que tú tienes, ni vivir la vida que tú vives, entonces, si quieres recorrer el camino de algunos idiomas, no te obsesiones con la rapidez del viaje, mejor disfruta del trayecto y decide tus paradas, las tuyas.


Tener claro el porqué

Me ha tocado ver a varios estudiantes brillantes perder la chispa para seguir en el camino de los idiomas y me pone súper triste. Sucede que iniciamos con mucha motivación, con el sueño de hablar un idioma para viajar, conocer gente, vivir experiencias culturales extraordinarias, etcétera. Con la rutina, la pérdida de la novedad, la dificultad del proceso y los estancamientos naturales (esas horribles etapas en las que no sentimos que avanzamos ni para atrás, ni para adelante...¡uuughhh!), nos vamos llenando de nubes grises y nos desconectamos de esa visión inicial.


A esos estudiantes les digo que la escuela en la que estás no es el destino final, esa tarea tediosa no es el destino final, esa situación de trabajar y estudiar no es el destino final...todo eso es temporal. Recuerda porqué iniciaste, recuerda cuál es el sueño que está detrás, revive esa visión y conéctate de nuevo con ese viaje a otro país, esa nueva vida, esos amigos, esas ciudades que vas a descubrir con tus habilidades lingüísticas. El aprendizaje es tuyo, tú te lo llevas contigo, pule tu porqué, recoléctate con él y toma las riendas para seguir adelante.


La motivación

La motivación es una fuerza fluctuante, es decir, no se mantiene en el mismo nivel siempre. No dependas de ella. TODOS los que caminamos el sendero de nuestras metas, sueños, pasiones experimentamos días duros en donde hacer lo que tenemos que hacer, aunque nos guste, nos cuesta el triple de trabajo. Depender de sentirnos motivados para hacer lo que tenemos que hacer, hará que no hagamos nada y, peor aún, depender del entorno para generar esa motivación es la lápida de nuestras metas. La motivación es un hábito y muchas veces tenemos que aprender a generarla con ayuda de la disciplina, de la constancia, de los hábitos y de buenas estrategias de productividad.


Si quieres aprender un idioma es necesario que sepas que la motivación es importante, pero la constancia lo es aún más. Estar motivado y no estarlo, son partes del proceso. Si hay alguna temporada en la que no te sientes con ganas de estudiar, no pasa absolutamente nada, es normal y, ¿ya lo dije?, forma parte del proceso, a todos nos sucede. En todo caso, si estás pasando por una temporada así, yo te sugeriría darte unas pequeñas vacaciones, volver a conectar con tu porqué, la razón que te hizo desear aprender esa lengua en primer lugar e invertir tiempo en aprender a generar hábitos eficaces. Los hábitos son los salvavidas que te ayudarán a seguir adelante en los días más difíciles. Te recomiendo el libro "El poder de los hábitos" de Charles Duhigg para que entiendas cómo funcionan.


Conclusiones

Decir nivel A1, A2, B1, B2, C1, C2 es una convención para poder ubicar y estandarizar las habilidades lingüísticas de un individuo, sin embargo no habla en absoluto del proceso, y menos del tuyo o del mío. Si amas las lenguas, no permitas que estas arbitrariedades te obsesionen al punto de que olvides la razón por la cual iniciaste y ten claro que es un pro-ce-so que no terminará, mejor que aprendas pronto a soltar "la rapidez para adquirir cierta lengua en tanto tiempo" y que te concentres en degustarla bocado a bocado, palabra a palabra, fonema a fonema.


No sé, en eso pensaba hoy. Gracias por leerme.

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