Cuando hablamos de aprender un nuevo idioma, muchos podrían pensar que la clave está en tener una gran habilidad, o un talento especial. Sin embargo, la investigación científica es contundente:
La motivación, sobre todo intrínseca, desempeña un papel aún más significativo en los resultados que se obtienen. Un estudiante motivado puede llegar mucho más lejos que un estudiante talentoso para los idiomas.
La motivación es un motor poderoso en el aprendizaje de una lengua extranjera (L2), impulsándonos a actuar y a comprometernos con las cosas que hay que hacer para aprender un nuevo idioma.
En este artículo, exploraremos qué es la motivación, cómo funciona, los tipos de motivación que existen y algunos consejos para mantenernos motivados en nuestra aventura lingüística.
¿Qué es la motivación en el aprendizaje de idiomas?
La motivación es uno de los tres factores fundamentales en la adquisición de un nuevo idioma, junto con la exposición a la lengua meta (input) y la competencia lingüística (práctica).
Entonces, es el factor personal más importante para tener éxito en esta meta.
En el contexto del aprendizaje de una L2, la motivación se define como un mecanismo psicológico que genera el deseo de aprender la lengua segunda y desencadena, por lo tanto, comportamientos de aprendizaje que se mantienen a lo largo del tiempo y nos impulsa a utilizar los recursos disponibles para el aprendizaje (Raby, F., 2008, p. 10). La motivación es un flujo dinámico e inestable que evoluciona a lo largo del proceso de aprendizaje.
Es primordial conocernos, conocer cómo nos gusta aprender, ser conscientes del porqué nos lanzamos en esta aventura e ir identificando las cosas que nos emocionan del proceso, porque habrá momentos en donde necesitaremos estos recursos.
Tipos de motivación
Según la teoría de la autodeterminación, la motivación humana se basa en tres necesidades: autonomía, competencia y pertenencia social.
Esto da lugar a dos orientaciones principales de motivación: intrínseca y extrínseca.
La motivación intrínseca implica actuar por el placer y el deseo personal de alcanzar un objetivo, mientras que la motivación extrínseca se basa en actuar por recompensas, evitar castigos o buscar la aprobación de otros.
Una alta motivación autónoma (intrínseca) es más beneficiosa en términos de rendimiento y bienestar que una motivación controlada (extrínseca).
¿Cómo funciona la motivación en el aprendizaje de idiomas?
Desde una perspectiva cognitiva, la motivación implica circuitos neuronales que se activan cuando algo nos atrae, cuando lo deseamos.
Cuando una actividad produce placer, desarrollamos un circuito neuronal que nos lleva a desear repetir esa actividad en el futuro. La dopamina, un neurotransmisor, juega un papel clave en la motivación, permitiéndonos predecir futuras recompensas (y perseverar). Este cóctel hormonal que produce nuestro cuerpo cuando disfrutamos algo, nos motiva a hacer cosas que pueden no ser placenteras en el momento (sentarse a estudiar), pero que sabemos que nos llevarán a una recompensa más grande en el futuro (pasar todo un verano en el país de tus sueños en donde hablan ese idioma).
Ahora, a nuestro cerebro no le encantan las recompensas que se encuentran tan al futuro, por lo que el placer debe tener un lugar destacado en nuestro proceso cotidiano.
Aprender un idioma debe permanecer, en medida de lo posible, como una actividad placentera.
Algunos aspectos que favorecen el flujo de motivación en el aprendizaje de idiomas son:
- Tener explícitamente clara la razón por la que estamos haciendo esta actividad: ¿por qué es importante (para mí) aprender este idioma?
- La visión que tengo de lo que voy a lograr, de en quién me convertiré y lo que seré capaz de hacer cuando logre aprender este idioma. La motivación a largo plazo está relacionada con la capacidad de visualizarse como hablante del idioma objetivo, poder proyectarse en un "yo ideal".
- La motivación está estrechamente relacionada con un sentido de eficacia personal. Debo sentir que estoy progresando, o que estoy avanzando hacia alguna dirección, que mis esfuerzos dan frutos.
(Por eso es importante ponerse objetivos específicos y diseñar un plan de acción estratégico con la intención de ir de pequeños éxitos en pequeños éxitos, con retos lingüísticos que somos capaces de superar).
- Las palabras de aliento de terceros o de mí para mí. Existen estudios que prueban que tener una comunidad (profesor, compañeros, familia) que me motivan explícitamente (verbalmente), genera un mayor impacto en el flujo de la motivación (aún más grande que la consecución de un pequeño éxito, por ejemplo).
- El proceso debe mantenerse diversificado, dinámico, interactivo, multimodal y flexible.
¿Por qué es importante la motivación en el aprendizaje de idiomas?
Aprender un nuevo idioma requiere movilizar diversos recursos cognitivos y personales y mantener ese esfuerzo a largo plazo.
Partimos del principio que, generalmente, cuando aprendemos una lengua extranjera es una decisión personal o social, no la necesitamos, sabemos que es útil, pero no es una cuestión de supervivencia.
Nuestro cerebro puede tener la tendencia a verla como una situación estresante que quiere evitar y es en la motivación en donde podemos apalancarnos para tener a este miembro del equipo (el cerebro) de nuestro lado. El cerebro tiene que ver claramente porque es algo que quiere hacer.
La motivación juega un papel crucial en la perseverancia y el compromiso con nuestras metas. Al menos hasta que desarrollamos hábitos (automatismos) o fortalecemos nuestro músculo de la disciplina.
10 estrategias para mantener el flujo de la motivación corriendo por nuestro cuerpo:
Hay diversas estrategias para mantenernos motivados durante nuestro viaje de aprendizaje de idiomas. Aquí hay algunos consejos prácticos:
1. Conoce tu personalidad como estudiante: Si eres extrovertido, busca actividades sociales o físicas que involucren a otras personas. Si eres introvertido, prefiere actividades más tranquilas con menos interacción. Si eres ambivertido, alterna entre ambos tipos.
2. Visualiza tus metas: Crea un "tablero de visión" con frases motivadoras, imágenes inspiradoras y tus metas en el aprendizaje del idioma. Esto te recordará constantemente tus objetivos y te mantendrá enfocado.
3. Diversifica tus recursos: Varía los materiales de estudio, como libros, videos, música y aplicaciones. Comienza con tus recursos favoritos y luego explora nuevas opciones para mantener el interés y la curiosidad.
4. Celebra tus avances: Reconoce y celebra tus logros, por pequeños que sean. Mantener un registro de tus progresos te motivará a seguir adelante. Llevar un registro te permite mirar atrás y ver todo lo que has avanzado.
5. Encuentra un compañero de idiomas: Busca un "language buddy" o únete a una comunidad de intercambio de idiomas. El aprendizaje es social y el aprendizaje de idiomas aún más. Encontrar personas con las que podamos sentirnos seguros practicando es clave para reforzar el sentido de utilidad del idioma en cuestión.
6. Crea un ambiente agradable: Diseña un espacio de estudio cómodo y atractivo. Agrega elementos que te inspiren, como plantas, música relajante o una iluminación suave, romantiza los momentos que pasas con tu L2, toma fotos, compártelas.
7. Establece metas mensuales: Fija objetivos alcanzables para cada mes y sigue tu progreso. Esto te ayudará a mantenerte enfocado y comprometido.
8. Descansa y cuida tu bienestar: Tómate descansos regulares para evitar el agotamiento y asegúrate de estar físicamente cómodo mientras estudias. Cuando lleves varios ciclos mensuales de estudio y metas, permítete una pausa más larga.
9. Explora nuevas experiencias: Sal de tu zona de confort y experimenta diferentes aspectos del idioma, como la cultura, la gastronomía o las tradiciones (¡y si puedes viajar, mucho mejor!).
10. Sé flexible con tu enfoque: Adaptarse al aprendizaje de un idioma requiere paciencia y flexibilidad. Encuentra un equilibrio entre establecer metas y permitirte momentos de espontaneidad. Se trata de disfrutar del proceso.
La motivación es el corazón del aprendizaje de idiomas.
Es la fuerza que nos impulsa a explorar nuevos horizontes lingüísticos y culturales. Alimentar nuestra motivación es fundamental para mantenernos enfocados, comprometidos y entusiasmados en nuestro camino hacia la fluidez en esa lengua extrajera.
Recuerda que el aprendizaje de idiomas es un viaje enriquecedor, y cada paso que damos nos acerca más a vivir todos esos sueños increíbles que habitan en nuestro "yo ideal", aquel que vive aventuras gracias a haberse lanzado a aprender esa lengua.
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