El papel de un profe de idiomas es determinante para que un estudiante decida continuar o abandonar la aventura de aprender una lengua extranjera, sobre todo en los niveles iniciales. De verdad, un profe puede enamorarte de toda una cultura lingüística o ayudarte a construir una muro de rechazo hacia algún idioma. Muchas veces, cuando escucho a alguien decir que no le gusta el inglés, por poner un ejemplo, o que simplemente no se le da aprender esa lengua, existe detrás la trágica historia de una didáctica mal aplicada o de un profe que por alguna razón no supo gestionar el aprendizaje.
First things first, ser profe es un rollo. Requiere desarrollar tantas habilidades que sólo pensarlo me abruma la avalancha de ideas que vienen a mi cabeza. No sólo un profe debe conocer su asignatura y las competencias relacionadas con ella, no, también debe asegurar el aprendizaje de enormes grupos de personas con diferentes necesidades, teniendo en cuenta que aprender es un proceso que compete a los estudiantes, es decir, trabaja sobre algo que no tiene control (así posea una didáctica espectacular, auch). Sumemos tener que desarrollar una inteligencia emocional épica, el trabajo administrativo y el exagerado tiempo adicional inherente a la profesión. Bref, ser profe es un rollo.
El presente artículo no busca criticar la loable labor de los profes, más bien, busca enumerar algunas características que considero indispensables para que sirvan de guía a las personas más importantes del proceso enseñanza-aprendizaje: los estudiantes. Estas líneas, van dirigidas a estudiantes que quieran buscarse un profe para aprender algún idioma, ¿qué características indispensables debes considerar al elegir tu profe de inglés, francés, italiano, etc.? (Tomando en cuenta, asesorías 1x1).
1. Un profe de idiomas debe conocer cómo aprendes
En medida de lo posible, un buen profe va a construir las secuencias didácticas pensando en ti, en tus características, en tu nivel, en tus gustos, en tu estilo de aprendizaje, en tus metas y en tus necesidades. Para lograr lo anterior debe preocuparse por conocerte bien y personalizar las sesiones. Es algo así como ir a un sastre para hacerte un traje, el traje debe confeccionarse para que te quede a ti, no al sastre.
2. Un profe de idiomas debe crear un vínculo de empatía
Nadie aprende de alguien que no le cae bien. Piénsalo, piensa en una persona que no sea de tu agrado, ahora imagina que se para frente a ti para quererte dar cátedra sobre algo...simplemente no va a suceder (de manera voluntaria, al menos), porque existirá un muro impenetrable de apatía. Un buen profe sabe la importancia de eliminar este muro afectivo para que el aprendizaje tenga las condiciones ideales y suceda, por ello, se preocupa por crear empatía a lo largo de las sesiones.
3. Un profe de idiomas debe motivarte
La motivación es fun-da-men-tal en el proceso de adquisición de lenguas extranjeras. Y no me refiero a que el profe saque los pompones y comience a gritar eufóricamente "Tú puedes, ¡¡¡eres el mejor!!!", en absoluto. Un profe motiva con el tipo de actividades que selecciona, con el material que ocupa, con su manera de narrar las cosas, con su energía, con la metodología que emplea. Es labor de un buen profe generar interés en sus estudiantes. Cuando un profe logra sembrar esa semilla de amor y pasión hacia el idioma, la mitad del camino está hecha. Si encuentras un profe que te hace investigar temas por tu cuenta y querer saber más, ahí es.
4. Un profe de idiomas crea ambientes stress-free
Volviendo al muro afectivo, que Krashen llama filtro afectivo, el estrés emocional son enemigos directos de la adquisición de lenguas. Un buen profe crea un ambiente seguro en el que te sientas tranquilo para poder expresarte, preguntar y equivocarte. Una clase de idiomas es ultra error-friendly.
5. Un profe de idiomas utiliza la lengua que imparte
El principio BÁSICO de la adquisición de cualquier lengua es el input comprensible. Es decir, el cerebro adquiere un idioma al estar contacto con esa lengua de manera frecuente en un rango de comprensión que le permita entender alrededor de un 80% de lo que está sucediendo en ese acto comunicativo. El 20% restante es la zona de desarrollo próximo que el estudiante tiene para aprender. Así aprendimos nuestra lengua materna, al estar expuestos e interactuar con nuestro entorno, ningún bebé mexicano va a clases de español para desarrollar la habilidad. Pues bien, un buen profe de idioma es consciente de esta ley y utiliza la lengua tanto como sea posible para desarrollar las competencias en sus estudiantes. Es trabajo del profe buscar la manera de adaptar y hacer llegar los mensajes a los estudiantes seleccionando el material pertinente o incluso exagerando su lenguaje corporal. Si tienes un profe que pasa la mayor parte del tiempo hablando y traduciendo todo a tu lengua...SAL CORRIENDO.
6. Un profe de idiomas te enseña a aprender
Aprender a aprender (un idioma, o cualquier cosa) es una de las habilidades más importantes a desarrollar como ser humano. Si tú aprendes a aprender, entonces podrás ser libre y enseñarte cualquier cosa, el idioma actual y los que quieras. Un buen profe de idiomas busca generar estudiantes autónomos acompañándoles a crear sistemas y métodos para abordar los diferentes tipos de actividades. Es decir, si a ti te gusta aprender con música, un buen profe podría enseñarte cómo aprender con una canción, cuáles son los pasos para sacarle el mayor provecho, qué tipo de actividades podrías hacer. Y no me refiero a una explicación teórica, me refiero a que en la práctica, el profesor va implementando este tipo de actividades y posteriormente te ayuda a reflexionar sobre tu propio proceso de aprendizaje para hacerte consciente de lo que hiciste para llegar al resultado, metacognición.
7. Un profe de idiomas construye habilidades
La gramática no es una habilidad. Es importante porque está en el núcleo de la sintaxis de un idioma, sin embargo, conocer una regla gramatical no te hace necesariamente capaz de utilizarla. Puedes saberte la conjugación de todos los verbos en subjuntivo y aún así no utilizarlo correctamente en tus conversaciones. Lo anterior es normal, porque las competencias se construyen con la práctica. Es como querer aprender a nadar a partir de un libro con la teoría de la natación...it won't happen! Tienes que meterte al agua y patalear. Lo mismo con las lenguas.
8. Un profe de idiomas lleva un control de tu progreso
Ninguna secuencia didáctica está terminada sin una evaluación. Un buen profe de idiomas debe evaluarte constantemente para medir tu progreso y diagnosticar si la metodología empleada está rindiendo frutos. Esta medición puede hacerse de diversas maneras pero debe mostrar claramente el avance, percibir avance motiva.
Por último y como conclusión personal, me gustaría considerar mi experiencia aprendiendo francés para resaltar el siguiente punto. Considero que el trabajo de un profe de idiomas es indispensable para acompañar a los estudiantes hasta un nivel B1. Después de ese nivel, si el estudiante ha creado competencias sólidas, sistemas e interés en la lengua, puede continuar solo hasta donde quiera. A partir del nivel B2, en mi opinión, el profe tomaría un rol de tutor a consultar de manera eventual a juicio del aprendiz y para las dificultades específicas que se encuentren en el camino.
Las características descritas en el presente, no están jerarquizadas y queda a juicio del estudiante seleccionar las que le parezcan imperdonables para su propio aprendizaje. Es momento de que los alumnos tomen un rol más activo en SU proceso de aprendizaje.
Gracias por leerme :)
Saludos
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